Luego de algún tiempo sin escribir por falta de inspiración, el otro día iba en el autobús camino a mi casa, cansado, escuchando música y simplemente pensando, y me di cuenta de algo, cuando subí a ese autobús estaba con pocas personas, pero enseguida se llenó y la gente peleaba por subirse, algunos no pudieron subir pues ya no cabían, pero ya llegando a mi casa me di cuenta que solo quedaban dos viejos, el chófer y yo, todos en asientos separados por lo cual me di cuenta que la vida es como un autobús.
Cuando nacemos estamos solos en un primer momento, cómodos sentados en el último puesto de ese autobús, no sabemos muy bien donde estamos ni a donde vamos pero tenemos nuestro puesto guardado y asegurado, luego suben tus padres que son los que manejan ese autobús en un primer momento para darte el impulso y las herramientas de tu vida, rápidamente suben muchos familiares a acompañarte en ese viaje, todos están a tu alrededor,

pendiente que no te caigas, que no tengas hambre, de darte cariño y felicidad, a medida que vas creciendo tus padres empiezan a enseñarte a manejar tu propio autobús, así como sus padres lo hicieron con ellos, puedes tener tropiezos, se te apaga, no arranca de un solo momento, fallas en una arrancada perfecta, y los
que van en ese autobús pueden incluso reírse, pero tus padres y otros familiares te apoyan y animan, finalmente logras arrancar por ti solo ese autobús y empiezas a recoger personas que no conoces pero que al subir en el te están acompañando en tu viaje, sube toda clase de personas, el que trabaja en el banco, el que limpia pisos, la que le quito dinero a su mamá para salir con el novio, estudiantes, analfabeta, gente de dinero, gente pobre, blancos, negros, personas que te trataran con cariño y dan los buenos días al subir, y también personas que suben de mala gana o empujados por otras personas, ya tu autobús tiene mucha gente pero tu sabes que aun caben más, en tu capo pintan tu primer logro y todos lo celebran, algunas personas subieron solo para que los llevaras a algún lugar más que para acompañarte, algunos de ellos ya se bajaron sin pagarte incluso, otros te tiraron el dinero de mala gana, uno se bajo sin esperar el vuelto, mientras otros te agradecerán el viaje, eres el dueño del camino, decides si ir a la derecha o a la izquierda cuando llega una encrucijada, tus padres o algún amigo puede decirte por cual cree sera la correcta pero solo tu decides a cual ir.
A muchos no les gustó la decisión que tomaste y te gritan "EN LA PARADA" y se bajan , otros desconocidos les gusta tu ruta y se suben a tu autobús, puedes que algunos caminos tengan muchos huecos, curvas, subidas y bajadas pero sabes que no puedes parar tu viaje, ya tienes muchos logros pintados en tu autobús, también están pintadas las derrotas y los nombres de cada persona que se ha bajado, algunas cosas ya no se leen con mucha claridad pero siempre estarán ahí pintadas, en tu viaje pueden subir a robar a alguno de tus pasajeros e incluso a ti mismo, pasajeros te pedirán que cambies la música, que le bajes o subas el volumen. Tu autobús brinda comodidad para los que te acompañan aunque los que van de pie pueden no ir muy satisfechos siguen ahí.

tu autobús comienza a deteriorarse, se te rompe un caucho debes cambiarlo, hora de echar gasolina, otros pasajeros se bajan, ya estas un poco cansado de manejar así que le das el comando a alguno de tus acompañantes con todas las indicaciones, a veces manejara perfectamente tu autobús, otras te defraudaran , aunque ya estas viejo sabes que te queda mucho por rodar, volteas por el retrovisor y ya no hay personas de pie, incluso algunos asientos están vacíos, algunos por mas que quisieron acompañarte no pudieron pues su vida no lo permitió, sigues adelante con los pocos acompañantes que tienes, vas feliz pues no cargas tanto peso y sabes que los que están ahí son los que tendrás paras siempre en tu camino.
Al final del camino le informas a los pocos que te acompañan que no seguirás trabajando, que ese es tu destino final, muchos no quieren bajarse pero sabes que deben hacerlo pues por mas reparaciones que tiene tu autobús ya no da para más, les deseas mucho éxito y les das las buenas noches y las GRACIAS por haberte acompañado hasta el final, soportando tus frenazos de golpe, los cauchos rotos, los malos olores, las tristezas y las alegrías.
Agradeces por todo y te das cuenta que el autobús esta como al principio vació pero con un kilometraje e historias que nadie borrara, cierras las puertas y apagas el motor.
